martes, 30 de noviembre de 2010

El Didgeridoo

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Wiki | DIDGERIDOO
¿Que es el didgeridoo?

El didgeridoo es un instrumento de carácter aerófono, en sus orígenes, el didgeridoo fue creado a partir de troncos de árboles, principalmente eucaliptos, con su interior roído por la acción de las termitas. Al limpiar el tronco en cuestión se obtiene un tubo largo que se hace sonar haciendo vibrar los labios en uno de sus extremos. Esta vibración, al ser amplificada por las paredes del tubo, genera su fantástico sonido. Es posible modular la vibración obtenida, moviendo los labios y la lengua, o sumando a la vibración sonidos surgidos de la garganta.
Las connotaciones arcaicas y el sonido característico del didgeridoo lo convierten en un instrumento óptimo para la musicoterapia, tanto para el que toca –que puede utilizarlo como instrumento para guiar sus meditaciones, al tener que observar constantemente el sistema respiratorio–, como para el que escucha.
Podemos inducir a estados de relajación profunda, al mismo tiempo que guiamos el viaje y sus dinámicas, a través del ritmo y la respiración. Aparte de las cualidades terapéutico-psicológicas, también podemos utilizar el sonido para masajear el cuerpo de un paciente a nivel físico y energético, desbloqueando tensiones musculares, contribuyendo positivamente a la reparación de fracturas óseas y aumentando el nivel de entropía en el cuerpo.

Beneficios

- La ejecución del yidaky (didgeridoo) puede llegar a ser una gran herramienta de autoconomiento y sanación.

- Aumenta la capacidad pulmonar y respiratoria (recomendado para personas que padecen de asma y apnea del sueño)

- Su práctica es una potente forma de conseguir un profundo estado meditativo

- Promueve una relajación psico-fisico-espiritual

- Aumenta la entropía del organismo, aumentando su energia y capacidad de regeneración celular

La música y la salud (Publicado en el País en 2009)

 
Música para superar el ictus 


Una melodía agradable mejora la percepción visual del cerebro lesionado

MÓNICA L. FERRADO - Barcelona - 31/03/2009

El 60% de las personas que sufren un ictus pierden, en mayor o menor grado, parte de la visión. Esta secuela se conoce como síndrome de negligencia visual. Pues bien, escuchar una música preferida ayuda a recuperar la visión, según los resultados de un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), realizado por investigadores británicos, entre otros centros del Imperial College, y españoles, de la Universidad de Granada.
En el síndrome de negligencia visual el ojo no ha sufrido ningún daño, sino que se trata de un problema de percepción. Si el ictus afecta al hemisferio izquierdo, el daño cerebral hace que el paciente no sea capaz de prestar atención a los estímulos que se presentan en su campo visual derecho. "Es una pérdida de conciencia sobre los estímulos visuales. Por ejemplo, algunos pacientes dejan de comer la comida de un lado del plato simplemente porque no la ven", explica María Jesús Funes, investigadora de la Universidad de Granada. Incluso algunas personas pueden dejar de prestar atención a alguna parte del cuerpo y, por tanto, perder movilidad.
El estudio se ha realizado con tres pacientes que escogieron su música preferida: Kenny Rogers, Frank Sinatra y The Flying Burrito Brothers. Mientras escuchaban su melodía, se les presentaban objetos o imágenes situados en su lado afectado (derecho o izquierdo) en diferentes situaciones (en un ordenador, en papel, en una habitación). "Los pacientes mejoraron de media hasta un 40% en las tareas de identificación y detección de estímulos en el campo visual", explica Funes. Si escuchaban una música que no les gustaba o estaban en silencio su percepción no mejoraba.
"Escuchar una música que agrada permite movilizar más recursos neurológicos. Estimula las zonas del cerebro relacionadas con las emociones. Una de ellas es la zona orbitofrontal que, al mismo tiempo, incide en otras regiones dañadas relacionadas con la atención y la consciencia visual, en el lóbulo parietal y occipital", explica Funes. Los investigadores han podido observar estos cambios en el cerebro gracias a técnicas de imagen por resonancia magnética funcional. Funes explica que aún está por ver si los efectos persisten y, por tanto, su potencial como herramienta en la rehabilitación. "En todo caso, pone de relieve la importancia de las emociones en la rehabilitación del enfermo", afirma.
Otro estudio realizado por la Universidad de Helsinki, publicado en la revista Brain, con 60 personas que acababan de sufrir un ictus, demostraba una mejor rehabilitación entre los pacientes que inmediatamente después del accidente vascular escucharon música a diario. No tan sólo mejoraron su memoria verbal y su atención, sino que sufrieron menos trastornos del ánimo.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El Sonido genera formas

El sonido genera cambios moleculares en la materia. En este video aplican diferentes notas o frecuencias a una placa de metal con un polvo muy fino, llamado polvo de licopodio, aquí se puede apreciar visualmente como cada frecuencia genera una forma diferente. El sonido "visto con los ojos". Esto muestra el porque el sonido puede generar cambios en nuestras celulas y puede ser sanador. Los sonidos ricos en armónicos son llamados sonidos de carga y los pobres en armónicos o infrasonidos son llamados sonidos de descarga.