miércoles, 14 de diciembre de 2011

Las palabras pueden modificar el ADN

LOS RESULTADOS DE UNA RECIENTE INVESTIGACIÓN CIENTIFICA REALIZADA EN RUSIA, DIRIGIDA POR EL BIOFÍSICO Y BIÓLOGO MOLECULAS PJORT GARJAJEVÁ, HA PROBADO QUE EL ADN HUMANO FUNCIONA COMO UNA ESPECIE DE “INTERNET BIOLÓGICA” QUE SUPERA CON CRECES LA OPERATIVIDAD DE CUALQUIER SISTEMA ARTIFICIAL.

Se ha demostrado experimentalmente que ciertos genes pueden ser influenciados y reprogramaos mediante palabras – o el empleo de determinadas frecuencias de luz, radio o sonido -. Es decir, que pueden ser modificados sin que tengan que ser seccionados o intervenidos por cualquiera de los métodos empleados actualmente por la ingeniería genética.
Hasta ahora casi todas las investigaciones se habían centrado en catalogar y examinar sólo el 10% del ADN humano, aquel que es capaz de construir las proteínas, descartando prácticamente el otro 90% denominado “ADN chatarra”. Sin embargo, el equipo de científicos dirigidos por Garjajevá ha tratado de buscar las funciones de éste partiendo del supuesto que la naturaleza no crea nada inútil.
Los primeros resultados de los estudios realizados condujeron por un camino insospechado a la ingeniería genética ya que se pudo constatar que el ADN no sólo es le responsable de la construcción y funcionamiento del cuerpo biológico sino que también actúa común un almacén de información y comunicación que se codifica siguiendo las mismas pautas que el lenguaje humano. Este hallazgo fue posible gracias a la intervención en el experimento de lingüistas rusas, 

Tras esta observación se realizaron otros experimentos intentando abordar el estudio del comportamientos vibratorio del ADN. El equipo de Pjotr Garjjajevá realizó varias pruebas consistentes en modular las frecuencias de un rayo láser y tratar de influenciar con él las vibratorias del ADN. El resultado fue asombroso: al actuar sobre las frecuencias vibratorias del ADN, con otra vibración variaba la información genética. Garjajevá llegó a la conclusión de que  “los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónicas –holográficas. Esto quiere decir que mediante el uso de lenguaje humano se pueden producir cambios en la información contenida en el ADN debido a dos factores: a que los pares alcalinos del mismo y el lenguaje se codifican de idéntica manera – no necesitan ser decodificados – y que las frecuencias vibratorias del ADN reaccionan a las frecuencias vibratorias del a voz. Las manipulaciones obtenidas mediante esta técnica logran sustituir unas informaciones genéticas por otras, con lo que solo con el uso del lenguaje se puede realizar una auténtica obra de ingeniería genética.

Ingeniería genética mediante la palabra
La sustancia del ADN viviente reacciona siempre a las radiaciones provocadas por el lenguaje articulado – la voz – del mismo modo que reacciona con ondas de radio o luz láser si se emplean en las frecuencias adecuadas. Con este descubrimiento queda fundamentado científicamente el poder de las afirmaciones.
Mientras los investigadores occidentales recortan genes individuales de los filamentos del ADN y los insertan en otro lugar, los científicos rusos trabajan con éxito modificando el metabolismo celular mediante las frecuencias moduladas de radio luz  o del lenguaje, actuando sobre los niveles más profundos del ADN como por arte de magia.

Con este avance estamos en la antesala de la ingeniería genética por ondas, un método que evita los efectos colaterales derivados que pueden darse cuando se hace ablación y se introducen genes individuales del ADN, práctica empleada por la ingeniería genética actualmente.
Estos descubrimientos nos llevan a múltiples reflexiones. Preguntarnos, por ejemplo, sobre la enigmática sabiduría de los maestros espirituales y esotéricos que ha sabido desde hace miles de años... Todos ellos han animado a sus discípulos a sintonizar pensamientos y palabras para que estos repercutan no sólo en sus actos sino en la salud, y lo sorprendente es que, al parecer, la sintonía y la comunicación con el ADN a través del lenguaje se favorece en determinados estados mentales y en específicos estados de conciencia, según apunta la doctora M. Rodwell de Perth (Australia).

miércoles, 23 de noviembre de 2011

LA CANCIÓN DEL ALMA de Tolba Phanem



Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del niño. Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito. Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás.
Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción.
Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción.
Cuando se inicia como adulto, la gente se junta nuevamente y canta.
Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción.
Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en la transición.
En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción. La tribu reconoce que el castigo no es la corrección para las conductas antisociales; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad.
Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros. Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás. Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido.

martes, 8 de noviembre de 2011

El sonido estructura la materia

La ciencia lo corrobora, el sonido estructura la materia, la modifica, la afecta, todo suena en el universo, las moléculas, los protones y los electrones, todo vibra y tiene su frecuencia natural...


martes, 10 de mayo de 2011

Artículo de la Vanguardia

Néstor Eidler, músico y pedagogo vibracional

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

"El universo suena y cada persona tiene un sonido"

14/04/2011 - 00:35
Foto: Xavier Gómez

Resonancias
“El universo es una caja de música”, explica Eidler, “pues está construida en proporciones equivalentes a los intervalos de la octava musical”. Dijo Einstein, violinista y matemático: “Sólo quiero conocer a Dios; lo demás son detalles”. Y se puso a tañer con fórmulas la música del universo. En esa línea está Néstor Eidler, al que han llamado “médico de médicos”: imparte técnicas que permiten tocar mejor porque, de hecho, se sanan de bloqueos y disfunciones. Eidler insiste en que toca el alma a través de cuerpo y alma (“la espiritualidad pasa por el cuerpo”), y en que todos podemos resonar con el Todo. (nestoreidler.blogspot.com).

¿El universo es sonido?
¡Sí! Y la vida, vibración. Toda vibración es sónica. ¡El universo suena!

¿A qué suena?
Oígalo en esta grabación...

Oigo una melodía armoniosa...
Son las vibraciones captadas por la sonda Voyager en el espacio entre Júpiter y Saturno: es la resonancia del viento solar en la ionosfera de los planetas…

El universo suena, pues...
¡Está oyéndolo! Pitágoras (siglo VI a.C.) habló de la “música de las esferas”: Pitágoras debía de tener afinada la percepción de esta realidad cósmica vibrante que hoy la tecnociencia nos confirma.

¿Con qué implicaciones?
Los compositores de música más inspirados (Bach, Mozart, Beethoven...) quizá son personas capaces de conectar con los inmanentes y eternos sonidos del cosmos.

¿No crean? ¿Sólo transcriben?
La música no la inventó el hombre: ¡existe desde siempre! Toda música está aquí: se trata de captarla y plasmarla.

¿Usted compone?
Nací músico. Por mi sangre corren notas. Estudié violín... y quise contactar con David Oistrach, violinista y pedagogo judío ruso.

¿Por qué precisamente con él?
Yo no estaba conforme con mi sonido. Y escuchaba el de otros grandes violinistas: “Farsantes”, pensaba. Hasta que oí a Oistrach: “Es el único que no miente”, me dije...

No entiendo a qué se refiere…
En los otros percibía interferencias, o físicas o narcisistas... Oistrach era el único que me hacía vibrar, sentía que conectaba con la esencia... ¡Quise tocar como él! Como discípulo de Fedora Aberastury, ella me enseñó el camino a los misterios y hacia Oistrach.

¿El camino de los misterios?
Fue la creadora del método Aberastury, llamado sistema consciente para la técnica del movimiento, que te ayuda a reconectarte con tu primer instrumento: ¡tu cuerpo!

¿Y conoció al fin a Oistrach?
Conseguí una cita con él para verle tocar... ¡Y al cabo pude asistir a varias clases! Murió poco después: ¡llegué justo a tiempo!

¿A tiempo para qué?
Oistrach me confesó: “Sé que tengo secretos... pero no sé cómo enseñarlos”, y vio en mí a la persona que sí podría hacerlo.

¿Y qué enseña?
Que quien conoce el sonido lo conoce todo. Cada persona tiene un sonido. El universo es vibración, emanada del tictac de la polaridad originaria, y como el de tu corazón.

Sea más preciso.
Se trata de reactivar conscientemente esas notas de vida, mediante ciertos ejercicios tomados de los métodos de los pianistas Claudio Arrau y Fedora Aberastury: se trabajan cerebro, manos, lengua, plexos, articulaciones, columna, sentidos...

¿Para tocar mejor el piano o el violín?
Es indiferente el instrumento musical; tocar bien un instrumento ¡exige primero aprender a respirar bien! Exige reactivar los motores internos del movimiento...

¿Una especie de reset interno?
Se trata de recuperar tu armonía psicofísica, rearmonizarte emocionalmente, reaprender a activar correctamente tu energía, bloqueada por tensiones, ¡y de ahí se derivará un estado de inspiración creativa!

¿Y el músico interpretará mejor?
He conocido a intérpretes con bloqueos musculares, tendinitis, artritis... que perturbaban sus capacidades: tras el curso música- energía recuperaron sus facultades.

¿Qué es la relación música-energía?
“Dame una cuerda y te explicaré el universo”, proclamó Pitágoras: la vibración es función proporcional del segmento de cuerda… Música, matemáticas, geometría… Tu armonía interna responde a proporciones matemáticas, igual que el cosmos. Restablécela y la energía fluirá: conectarás con tu emoción y sonarás como un instrumento afinado...

No basta el dominio virtuoso de la técnica...
No. La música es como la religión: ¡un sendero para conectar con el absoluto! Esto lo podemos sentir todos.

¿En qué ocasión lo ha sentido más que nunca?
Di un concierto en una nave románica del monasterio de la Oliva (Navarra)... y perdí la noción del tiempo, como si todo fluyese solo y yo observase desde fuera... Vi pasar la eternidad... ¡Cualquiera puede experimentarlo!

Parece hablar de un yoga musical...
Mejor de unas artes marciales... En mis cursos con alumnos, trabajo con su alma... ¡Les toco el alma! Igual que toco el alma de un violín, toco el de las personas.

¿Un violín tiene alma?
Sí, una piececita de madera que une las paredes de la caja del violín, suelta, sin encolar, movible: yo la muevo una sola micra... y cambia el sonido.

Y... ¿en qué parte de mi cuerpo está el alma?
Descartes dijo que en la glándula pineal, que hoy sabemos que está conectada con la punta de los pies, con el dedo gordo de los pies: ¡el alma está en el dedo gordo!

¿Es usted un psicoterapeuta de músicos, por tanto?
Psique significa alma: sí. Les enseño que somos música, que todos tenemos un sonido propio, que a través del cuerpo podrás hallarlo: estarás tocando el alma. Y entonces resonarás a coro con el universo.

jueves, 28 de abril de 2011

Cimatica dando vida a la materia con el sonido

El Dr. Hans Jenny. Suizo, doctor en medicina y científico, Dr. Jenny comprendió la importancia de la vibración y el sonido, y partió para estudiarlos de un único ángulo. Sus fascinantes experimentos en el estudio de fenómenos de ondas que él llamó cimática - cymatics (del kyma griego, significando la onda), nos proporciona nada menos de cuadros de cómo el sonido influencia la materia.
En los años sesenta, el Dr. Jenny puso arena, fluido y polvos sobre platos de metal, que él hizo vibrar con un generador especial de frecuencia y una bocina. Sus experimentos produjeron bonitos e intrincados patrones que eran únicos para cada vibración individual (vea las fotografías debajo). Es más, estos patrones variantes permanecieron intactos mientras el sonido pulsaba a través de la sustancia. Si se detenía el sonido, el patrón colapsaba.
Para muchos, estos experimentos muestran que el sonido puede, de hecho, alterar formas, que diferentes frecuencias producen diferentes resultados, y ese sonido realmente crea y mantiene la forma.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Mario San Miguel y la Terapia de Sonido

Mario San Miguel es un mago, tiene la facultad maravillosa de sacar lo mejor de cada uno con su música y su ser consciente, absolutamente terapeútico, desde la cercanía más sencilla, para que va a hacerlo complicado si al final es todo más sencillo,  si puedes ir a verle no lo dudes... saldrás de allí renovado...

Toca el primer jueves de cada més en el Buho Real de Madrid


http://mariosanmiguel.com/

lunes, 31 de enero de 2011

El Dr. Tomatis y los Armónicos



Alfred Tomatis es un médico francés especialista en otrorrinolaringología que durante cuarenta y cinco años ha trabajado en las funciones del oído humano y en la importancia del escuchar. Parte del método del Dr. Tomatis consiste en enseñar  a los pacientes cómo aprender a utilizar las frecuencias de armónicos altos de sus propias voces. Según el Dr. Tomatis casi todos los nervios craneales conducen al oído. El oído esta neurológicamente relacionado con los nervios ópticos y motores del ojo y por lo tanto interrelacionado con la visión y el movimiento. El oído también está relacionado con el nervio vago, el décimo nervio craneal, este nervio afecta la laringe, los bronquios, el corazón y el tracto gastrointestinal y por lo tanto nuestra voz, nuestra respiración, nuestro ritmo cardiaco y  nuestra digestión se ven afectados por el oído. Tomatis ha empleado con éxito el sonido en el tratamiento de disléxicos, autistas, tartamudez, depresiones, etc.